Nu sep

En teoría no iba a escribir hoy, pese a que hace bastante que no actualizo, pero un breve vistazo al blog de deVice me ha cambiado de idea. Qué bien escribe esta mujer, narices.

Me apetece escribir, ojalá supiera sobre qué.

Hoy olía a verano. Sólo Elena sabe con certeza que yo huelo las estaciones. Casi todo el mundo sabe que considero que tengo un olfato bastante bueno, ¿pero tanto como para oler las estaciones? Venga ya, las estaciones no tienen olor.

Pues sí, amiguitos, lo tienen. No sabría decir a qué huelen, ni si quiera el olor persiste en el tiempo o en todas partes.
Pero hoy al salir de casa, me olía a verano. Tengo ganas de que llegue el verano.

A veces me gustaría saber de dónde vengo, si realmente, como en mi imaginación, mi hermano y yo descendemos de un humilde ruedero (¿cómo se llama a la persona que hace ruedas? ¿Ruedero? ¿Ruedista? ¿Ruedador?) de la corona de Aragón y una mujer vikinga que vino a buscar guerra y sexo o simplemente de dos campesinos que se encontraron y tachán tachán.

Por lo visto, mi bisabuelo por parte de padre era el alcalde de un pueblo de Cantabria, vaquero, para más señas (no es que el pueblo se llamara vaquero, sino que mi bisabuelo era vaquero, o sea, que criaba vacas). Tenía una casa en el monte, para el verano, y otra en la ladera de la montaña, para el invierno. Como alcalde, llevó la electricidad al pueblo entre otros avances y lo gobernaba como buen republicano, pero con la guerra tuvo que vender las casas y casi todas las vacas por cuatro duros y huir a Madrid. La verdad es que se me hinchó el corazón de orgullo cuando mi padre me lo contó. Me gustaría saber más cosas sobre él, quizá ahora cuando termine de escribir, busque en google algo sobre algún Gutiérrez alcalde antes de la guerra civil de un pueblo de Cantabria.

Deseadme suerte.



PD: Por cierto, siento cambiar de tema tan bruscamente mientras voy escribiendo. Me sale así. Ahora vendrá Bestia a ponerme los dientes largos después de su partida de D&D.