Ayer me lo pasé chanchi piruli, la verdad. Hacía tiempo que no hacía tantas cosas en un solo día.
Para comenzar, después de una noche prácticamente en vela (porque el medicamento para la lumbalgia me había dado sueño sobre las nueve y luego a las doce me desvelé) me levanté a las ocho (habiéndome dormido a ratos a las seis y media) y me preparé para ir a la playa. Al bajar, More (¡que ya tiene coche! Y yo sin haberlo anunciado, ya me vale) llevó a mi madre al trabajo con esta pregunta:
Mamá: Uy, ¿pero vais en coche?
Yo: Si no de qué nos vamos a levantar a las ocho para ir a la playa =_= pues para poder aparcar.
Finalmente llegamos y nos encontramos la playa vacía; sólo había un par de viejos paseando por la orilla y una familia de chinos que (supusimos a modo de chiste, pero sin ánimo de ofender) que van a la playa a las ocho porque luego tienen que abrir la tienda.
Bueno, cuando el sol ya empezaba a salir entre las nubes y ya habíamos hecho el capullo intentando hacer un cocodrilo en la arena y un agujero en la misma, y ya había gente a nuestro alrededor decidimos meternos en el agua que estaba muy limpia pero estaba ¡HELADA!
Pero al final estaba bien, y estuvimos un rato haciendo el capullo en el agua. Nosotros hacemos el capullo en todas partes.
Sobre las doce volvimos a casa (a casa de More, se entiende) y después de ducharnos, me pegué una siesta hasta la hora de comer. Después de comer estuvimos jugando con su primita (que dijo que yo tengo un culo gordo T.T) y la llevamos a ver el coche.
A las cuatro y pico, Tybalt pasó a por nosotros y nos fuimos a las torres de Quart (o las de Serrano, nunca me acuerdo de cual es cual) a esperar al resto de los integrantes de la partida de rol. Nos entretuvimos admirando la antigüedad de las torres e imaginándolas con dos guardias con alabardas y estuvimos tocando una puerta sobre la cual alguien hace más de 500 años habrá... no sé, hecho cualquier cosa.
Finalmente la partida de rol fue bien. Bueno, todo lo bien que puede ir cuando decidimos encaminarnos hacia las Tierras Sombrías. Chanchi.
Por la noche cenamos en el telepizza, que tenían una promoción de pizzas medianas a tres euros y luego fuimos al Bruixes i Fades, que es nuestro lugar de culto, a jugar a juegos de mesa, pero yo cogí un manga de la biblioteca de allí y me quedé leyendo.
Y a la vuelta, a la camita, que ya es hora.
Para comenzar, después de una noche prácticamente en vela (porque el medicamento para la lumbalgia me había dado sueño sobre las nueve y luego a las doce me desvelé) me levanté a las ocho (habiéndome dormido a ratos a las seis y media) y me preparé para ir a la playa. Al bajar, More (¡que ya tiene coche! Y yo sin haberlo anunciado, ya me vale) llevó a mi madre al trabajo con esta pregunta:
Mamá: Uy, ¿pero vais en coche?
Yo: Si no de qué nos vamos a levantar a las ocho para ir a la playa =_= pues para poder aparcar.
Finalmente llegamos y nos encontramos la playa vacía; sólo había un par de viejos paseando por la orilla y una familia de chinos que (supusimos a modo de chiste, pero sin ánimo de ofender) que van a la playa a las ocho porque luego tienen que abrir la tienda.
Bueno, cuando el sol ya empezaba a salir entre las nubes y ya habíamos hecho el capullo intentando hacer un cocodrilo en la arena y un agujero en la misma, y ya había gente a nuestro alrededor decidimos meternos en el agua que estaba muy limpia pero estaba ¡HELADA!
Pero al final estaba bien, y estuvimos un rato haciendo el capullo en el agua. Nosotros hacemos el capullo en todas partes.
Sobre las doce volvimos a casa (a casa de More, se entiende) y después de ducharnos, me pegué una siesta hasta la hora de comer. Después de comer estuvimos jugando con su primita (que dijo que yo tengo un culo gordo T.T) y la llevamos a ver el coche.
A las cuatro y pico, Tybalt pasó a por nosotros y nos fuimos a las torres de Quart (o las de Serrano, nunca me acuerdo de cual es cual) a esperar al resto de los integrantes de la partida de rol. Nos entretuvimos admirando la antigüedad de las torres e imaginándolas con dos guardias con alabardas y estuvimos tocando una puerta sobre la cual alguien hace más de 500 años habrá... no sé, hecho cualquier cosa.
Finalmente la partida de rol fue bien. Bueno, todo lo bien que puede ir cuando decidimos encaminarnos hacia las Tierras Sombrías. Chanchi.
Por la noche cenamos en el telepizza, que tenían una promoción de pizzas medianas a tres euros y luego fuimos al Bruixes i Fades, que es nuestro lugar de culto, a jugar a juegos de mesa, pero yo cogí un manga de la biblioteca de allí y me quedé leyendo.
Y a la vuelta, a la camita, que ya es hora.
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