viernes, 7 de junio de 2013

Amicitas

Yo sólo quiero un amigo, o una amiga, a quien poder recurrir siempre. Alguien que me llame para quedar, sin ningún motivo. Que cuando pase por delante de mi casa, me llame. Que me diga "eh, voy a tal sitio, ¿me acompañanas?", y que no le importe que yo haga lo mismo.
A quien contarle mis movidas y que me escuche. Con quien hacer tartas, cocinar. Que me anteponga a los demás, por una vez. Que, independientemente de con quien más salga, yo sea su prioridad.

Ya sé que tengo a More. Por supuesto que lo sé, él lo hace todo por mí, porque es bueno, y le quiero. Pero yo no puedo sólo orbitar a su alrededor. Él me cuenta sus aventuras, sus historias con todos sus amigos; se va con ellos cuando quiere y puede. ¿Y yo? Yo me quedo encerrada en casa todos los viernes por la tarde. Porque no tengo a nadie que me diga "¿te apetece que hagamos algo?".

En toda mi vida lo único que he deseado ha sido una amistad sincera y duradera. Ser como los Goonies, o como los Cinco. Aunque creo que esto ya lo conté, así que lo dejo.
Yo sólo quiero tener una amistad que no me haga sentir insegura, no pensar constantemente "estaré agobiando" o "cállate, no abras más la boca, a la gente no le interesa eso que cuentas".

Pobre More. 
Como no tengo con quien hablar, se lo cuento todo a él. Incluso cosas que no se debería contar a los novios. 

Y me he dado cuenta de que hace mucho, mucho tiempo que no soy yo. A lo mejor yo ya no estoy. A lo mejor esta soy yo ahora.

Pero si tuviera un amigo, o una amiga, a lo mejor volvería a ser yo. Porque a lo mejor ya no estaría triste siempre. A lo mejor incluso mejoraba mi relación con More, porque podría ser más novia, y menos colega. Y le libraría de mi pesada carga, de tener que estar pendiente porque no tengo a nadie más.

A lo mejor no me merezco un amigo, o una amiga. Porque soy una persona egoísta, y olvidadiza. A lo mejor no me merezco un amigo o una amiga porque a veces soy muy borde. Porque he sido muy mala amiga. Porque quizá ahora aún no soy tan buena amiga como pensaba. Si lo fuera, no estaría sentada en el sofá un viernes por la tarde, sola. 

Es un castigo de una fuerza superior, por haber sido muy mala persona. Y muy mala amiga. Quizá, si lo tomo como una penitencia, no estaré tan triste. Simplemente... estaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...