"La señora Darling se llevó la mano al corazón y exclamó:
—¡Oh, por qué no podrás quedarte así para siempre!
No hablaron más del asunto, aunque desde entonces Wendy supo que tenía que crecer. Siempre se sabe eso a partir de los dos años. Los dos años marcan el principio del fin."
"Su dulce boca burlona guardaba un beso que Wendy nunca pudo conseguir, aunque estaba allí, perfectamente visible en la comisura derecha."
"Cualquier buena madre debe rebuscar en las mentes de sus hijos todas las noches cuando están dormidos, ordenar las cosas para la mañana siguiente, y colocar los numerosos objetos que se han desperdigado durante el día en el lugar que les corresponde.
Si pudierais quedaros despiertos (por supuesto, no podéis), veríais a vuestra madre haciendo esto, y os resultaría interesante observarla. Es muy parecido a poner en orden los cajones. La veríais arrodillada, preguntándose de dónde habéis sacado tal cosa, descubriendo cosas dulces y otras no tan dulces [...]. Cuando os despertáis por la mañana, las travesuras y enfados con los que os acostasteis ya se han recogido y guardado en el fondo de vuestra mente, y, además, vuestros pensamientos más bonitos se han colocado perfectamente aireados, listos para que os los pongáis."
"Encontró a sus dos hijos mayores jugando a ser ella y su padre en el día en que nació Wendy. John estaba diciendo:
-Me complace informarla, señora Darling, de que ya es usted madre -y lo dijo en el tono que el señor Darling hubiera empleado.
Wendy bailó de alegría, tal y como lo hubiera hecho la verdadera señora Darling.
Después nació John, con toda la pompa adicional que, según él, merecía el nacimiento de un chico. Cuando volvió Michael del baño pidió nacer también, pero John dijo de forma cruel que ya no querían más hijos.
Michael estuvo a punto de echarse a llorar.
-Nadie me quiere -dijo, y, naturalmente, la dama del vestido de noche no pudo soportarlo.
-Yo sí -dijo-, yo sí quiero un tercer hijo.
-¿Chico o chica? -Preguntó Michael, sin muchas esperanzas.
-Chico.
Y entonces Michael se echó en sus brazos."
"Naturalmente, los países de Nunca Jamás son muy variados. El de John, por ejemplo, tenía una laguna sobrevolada por flamencos a los que John disparaba, mientras que Michael, que era muy pequeño, tenía un flamenco sobrevolado por lagunas."
"Aunque las estrellas son hermosas, no pueden participar activamente en nada, únicamente pueden observar por siempre jamás. Es un castigo que les impusieron por algo que hicieron hace tanto tiempo que ninguna estrella sabe lo que fue. Así que las viejas tienen los ojos vidriosos y rara vez hablan (el parpadeo es el lenguaje de las estrellas), pero las pequeñas todavía se maravillan."
"-Wendy -dijo-, no te retires. No puedo evitar alardear cuando estoy satisfecho de mí mismo.
Pero aun así ella no lo miraba, aunque lo escuchaba con atención.
-Wendy -prosiguió Peter-, Wendy, una chica vale más que veinte chicos."
"También dijo que le daría un beso si él lo deseaba, pero Peter no sabía lo que quería decir, de manera que alargó su mano.
-Sabes lo que es un beso, ¿verdad? -preguntó ella horrorizada.
-Lo sabré cuando me lo des -contestó él fríamente. Y para no herir sus sentimientos ella le entregó un dedal."
"-Verás, Wendy, cuando el primer bebé rió por primera vez, su risa se rompió en mil pedazos, y éstos comenzaron a dar saltos, para dar lugar a las hadas. [...] Y por eso tendría que haber un hada para cada chico y cada chica.
-¿Tendría que haber? ¿Es que no la hay?
-No. Verás, los niños saben hoy tanto, que enseguida dejan de creer en las hadas. Cada vez que un chico dice: "No creo en las hadas", en algún lugar del mundo un hada muere."
"-[...]Así que puedes darme un beso.
En aquel momento, olvidó que Peter no sabía qué eran los besos.
-Sabía que me pedirías que te lo devolviera -dijo en un tono amargo. Y le alargó el dedal para devolvérselo.
-¡Ay, no! -dijo la amable Wendy- No quería decir un beso, sino un dedal.
-¿Qué es eso?
-Es esto -y le besó."
"-¿Sabes -preguntó Peter- por qué las golondrinas construyen sus nidos en los aleros de las casas? Es para escuchar cuentos. Y ¡ay, Wendy!, tu madre os estaba contando un cuento tan bonito."
"A Peter no le aturdió el dolor, sino su injusticia. Lo dejó prácticamente indefenso. Sólo pudo quedarse mirando horrorizado. Todos los chicos reaccionan así la primera vez que son tratados injustamente. Todo cuanto creen que tienen derecho a recibir cuando se entregan es justicia. Después de que alguien los haya tratado injustamente lo seguirán queriendo, pero jamás volverán a ser los mismos. Nadie se recupera de la primera injusticia."
"-Morir será una gran aventura"
"-¿Qué? -exclamó Wendy- ¡bailar la madre de toda esta prole!
-Pero si es sábado por la noche -insinuó Slightly.
En realidad no era sábado por la noche, aunque podría haberlo sido, ya que habían perdido la cuenta de los días hacía mucho tiempo. No obstante, siempre que querían hacer algo especial decían que era sábado por la noche, y entonces lo hacían."
"A Wendy, que salió la última, le concedieron un trato distinto. Con irónica cortesía, Garfio se quitó el sombrero ante ella y, tras ofrecerle su brazo, la escoltó hasta el lugar donde los demás estaban amordazados. Lo hizo con tanta elegancia y era tan increíblemente distinguido, que Wendy estaba demasiado fascinada como para gritar. Al fin y al cabo, sólo era una niña pequeña."
"Su voz era tan débil que al principio él no pudo entender lo que le decía. Pero al final lo comprendió. Le estaba diciendo que pensaba que podría ponerse bien si los niños creían en las hadas.
Peter extendió los brazos. Allí no había niños y ya era de noche, pero, no obstante, se dirigió a todos los que pudieran estar soñando con Nunca Jamás, y que, por tanto, estaban más cerca de él de lo que creéis: niños y niñas en camisón, y bebés indios desnudos en sus cestas colgadas de los árboles.
-¿Creéis en las hadas? -Gritó Peter.
[...]
-Si creéis en las hadas -les gritó con fuerza-, aplaudid; no dejéis que Campanilla muera."
"La escena no podría haber sido más encantadora, pero no había nadie para contemplarla, excepto un extraño chiquillo que miraba por la ventana. Tenía alegrías innumerables que otros niños jamás llegan a conocer, pero estaba contemplando por la ventana la única felicidad a la que jamás podría aspirar."
"Si miráis a Wendy, veréis que su pelo está encaneciendo, y su cuerpo se está encogiendo otra vez, porque todo esto pasó hace ya mucho tiempo. Jane es ahora una vulgar adulta, con una hija que se llama Margaret, y cada vez que llega la temporada de limpieza primaveral, salvo cuando él se olvida, Peter viene a por Margaret y la lleva a Nunca Jamás, donde ella le cuenta historias sobre él mismo, mientras Peter escucha con gran entusiasmo. Cuando Margaret crezca tendrá una hija, que, a su vez, será la madre de Peter, y esto sucederá por los siglos de los siglos, mientras los niños sean alegres, inocentes y crueles."
Siempre me ha parecido una historia bonita, pero triste en el fondo.
ResponderEliminarYo acabo de terminarme el libro y me ha parecido increíblemente triste. El final, sobre todo. Me parece que la historia puede tener dos lecturas, y por lo que sea el autor ha escogido el final amargo; en lugar de alegrarse porque los Niños Perdidos han recuperado a una madre y han vivido una infancia feliz, se lamenta de que hayan crecido y se hayan convertido en personas mediocres. Me parece que esto dice mucho sobre él.
Eliminar"-¿Sabes -preguntó Peter- por qué las golondrinas construyen sus nidos en los aleros de las casas? Es para escuchar cuentos." ADORO esta frase. Siempre será una de mis favoritas... Y el libro en general.
ResponderEliminarYo al final siempre le vi tintes amargos... Es como que la vida es agridulce. Cuando crecemos perdemos esa inocencia infantil y pasamos a ser "adultos", con todo lo que eso conlleva (especialmente hoy en día, que parecemos borregos gilipollas). Crecer y perder eso es amargo, vivir la vida te vuelve un poco amargo en general. Los niños pierden ese momento que pudo durar para siempre, para terminar viviendo una vida normal, llena de cosas de adulto como responsabilidades y ese tipo de cosas que todos esperan de un adulto (matrimonio, hijos, el ciclo vuelve a empezar como si uno no pudiese ser el dueño de su vida y hacer lo que le de la gana con ella -y en aquella época así era, había unas reglas que convenía seguir al pie de la letra, porque lo que estaba bien visto tenía mucho peso-).
Yo creo que para él, el libro habla de una pérdida. De una muy amarga que, antes o después, todos conocemos.
Vuelve a leerlo dentro de unos años y lo verás diferente. Lo verás diferente cada vez que lo leas, siempre. Ese nivel agridulce irá creciendo cuando vayas cerrando etapas.
Yo lo leí de niña, y mi sensación fue totalmente distinta a cuando lo leí una segunda vez. Y de la segunda a la tercera ya ni te cuento. Me has puesto ganas de releerlo... y creo que ahora terminaría llorando como una mema xDDD
Es un libro precioso, eso nunca cambia...
Yo lloré como una mema xD especialmente porque al final te van diciendo la gente que muere, y los niños crecen y todo es una mierda...
EliminarY sí, creo que debe ser uno de esos libros que va teniendo diferentes lecturas, porque es mucho más profundo de lo que parece a simple vista. Pero desde luego me parece un libro demasiado crudo para un niño...