Que cerdos que son todos. ¡Si dije que no quería un cumpleaños!
Perros fascistas.
Todo empezó porque tenía previsto hacer una fiesta de cumpleaños para este sábado, es decir, ayer, día catorce en el que hace diecisiete años me abrí paso a través del cuello del útero de mi madre y su vagina hasta caer en manos del médico.
Sin embargo, desmotivada por la cantidad de malos sucesos que tuvieron lugar en todos los cumpleaños que he celebrado desde que tengo uso de razón, decidí suspenderlo y salir a dar una vuelta en bici con Bestia, comer en un picnic en el río y luego jugar al tekken (pues había llevado la play y un montón de juegos a mi casa) hasta cansarnos.
Al principio todo iba bien, hasta que al llegar las cuatro, cansada, quería volver a casa pues tenía las piernas agotadas y además me apetecía un poco de intimidad. Pero nada, Bestia haciendo tiempo, que si vamos a por buñuelos; que si vamos a dar una vuelta, que no salimos casi nunca; que si espérate a que me ate los cordones.
Pero claro, yo, empanada como siempre estoy, pues bueno, estaba un poco pesadito aquel día pero no me importaba porque seguía siendo un amorcito.
En eso que al final consigo convencerle para volver a casa y sube él primero en el ascensor para subir la bici, y luego yo. Me abren la puerta, aparcamos en mi habitación y cuando voy a la habitación del pc, abro la puerta y ¡sorpresa! Diego, Tybalt y Gonzalo con un globo en la mano cada uno y tazas de té en la mesa, a parte de un montón de globos por el suelo.
Le pego una leche a Diego antes de abrazarle, como a todos y de pronto entran Isi y Pilu, que por lo visto estaban en el portal justo cuando llegamos, y les tocó huir para que no les viera. Y unos minutos más tarde, el invitado sorpresa: Rayban.
Bestia me da mi regalo, una máquina de escribir verde súper bonita, y nos sentamos a merendar el chocolate más espeso que he visto en mi vida. Parecía pegamento o pintura marrón, pues le costaba la vida deslizarse desde la tetera hasta la taza. Entre risas, le pedimos a mi madre que le pusiera algo de leche para diluirla.
Después de hincharnos a comida y hacer lo indecible para sacar a Nala de la habitación, nos fuimos al comedor y nos dividimos entre jugadores de tekken y de munchkin, y después de que Rayban y Pilu se fueran a patinar, y Gonzalo y Diego se fueran a vaya usted a saber dónde, se nos ocurrió sacar los juegos de mesa que me dio mi padre para que le enseñáramos a jugar para poder venderlos en la tienda. Elegimos el de GiftTrap y nos moríamos de la risa. GiftTrap es un juego que básicamente consiste en poner cartas con diferentes regalos sobre la mesa y mirar a quién le gustarían más, y cuantos más regalos aciertes y te acierten, más ganas.
A mí me lo acertaron todos, fui la primera en llegar a la casilla de acertados, soy predecible, qué le voy a hacer.
Más tarde Isi y Tybalt se marcharon y Bestia se quedó a dormir, y Fin.
Bueno, un cumpleaños que ha salido bien, ahora creo en la variabilidad.
¡Gracias, chicos!
te dije que saldría bien, y yo nunca me equivoco.
ResponderEliminarsabes que me ocupare de que todo te salga bien marmotita ^^ no voy a dejar que pases malos momentos o que desperdicies los buenos ^^
Te amo
¡¡FELICIDADES!! Aunque sea con un poco de retraso!!
ResponderEliminarMe alegra que lo pasaseis tan bien y que hayas roto la maldición jejeje
Gonz: ehh, yo quieroo jugar al juego ese! jaja, algun dia podremos jugar?
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