Puf

Bueno, de los cuatro examenes que tengo esta semana, me he quitado uno de encima.
Era el examen de recuperación de Nietzsche y, para ser sincera, no lo he hecho con demasiadas ganas. Quizá porque en el anterior dediqué mi cuerpo y alma a hacerlo limpito, claro y además, bien. Y me lo premiaron con un 4.

Así que a tomar por saco. Como igual voy a septiembre porque sólo puedo hacer dos examenes de cuatro... así que me da igual.
Ahora luego me dedicaré a estudiar Descartes y Latín para los dos examenes de mañana, porque con Latín también me estoy jugando el curso, como quien dice. Hoy me he quedado dormida y no he ido a clase de Latín, así que no sé qué nota habré sacado en el examen que hicimos el viernes.
Por dios, que estrés...

¡Y dentro de tres días me voy a Roma! ¡Terror, intriga, dolor de barriga! Estoy un poco asustada pero a la vez muy emocionada, especialmente me asusta la hora de viaje en metro hasta el aeropuerto, el viaje en avión, y los cuarenta minutos en tren hasta llegar a Roma; resumiendo, me asusta el viaje en sí. Pero bueno, ¡hay que pensar en positivo!
¡Que veré el San Pietro in Montorio T.T! ¡La columna de Trajano! ¡El rapto de Proserpina! ¡La Pietat! ¡El Moisés! Ay, me muero...