Está bien

Está bien ser crítico, y no dejar que te tomen el pelo, pero de vez en cuando viene bien relajarse, he de admitirlo.

Todos los que me conozcan sabrán que aborrezco el futbol, y no ya por el deporte en sí, que me parece tremendamente aburrido mirarlo, sino por las continuas e innecesarias repeticiones y por la afición descerebrada y medio bandálica que incluso llora si el equipo de turno no gana, pero luego le hablas sobre el fusilamiento de Lorca y se quedan con cara de palo.

En resumen, que lo aborrezco, y además me parece que es una estratagema del gobierno (del gobierno mundial, ojo, no sólo de aquí) para mantener a la población alejada de los verdaderos problemas. Un "pan y circo" moderno.

Pero lo de ayer fue diferente. Lo de ayer no era entre madrid y barcelona, no era entre comunidades, era entre países. Pero de buen rollo, sin quema de coches con determinadas matrículas, sin insultos por la calle. Era todo un país contra otro, y la verdad es que no recuerdo un hecho que uniera tanto a España, con lo dividida que dicen los medios que está. Un hecho que hiciera que toda España se sintiera una y feliz, y que la gente no sintiera que "españa es un asco". De acuerdo, no es porque se hayan dado cuenta de la magnífica herencia cultural que tenemos, pero oye, algo es algo.

Y cuando escuché el gol en la radio yendo a casa de Bestia me alegré un montón, e incluso estuvimos los últimos cinco minutos del partido escuchando la radio dentro del coche, con el motor apagado y habiendo aparcado ya. Y lo disfruté, vaya.

Por eso digo que hay que saber diferenciar entre un hecho totalmente trivial (como un partido cualquiera que inhibe toda conversación en la mesa) y un hecho que, aunque siga siendo trivial, puede beneficiar para bien a un país. Y por eso he decidido que ser crítico está bien, pero a veces es mejor desconectar.

Pero que no sirva de precedentes.