jueves, 4 de noviembre de 2010

Efectiviwonder

Tras una sesión de remodelado total ayer por la tarde, por fin Yumi va pareciéndose más a un keko que a un subrayador amarillo (exagero :p)

El asunto comenzó desmontando el cuerpo, y dándome cuenta así, que estaba muchísimo más sucio de lo que me imaginaba, y la sensación aumentó cuando me puse a lijar rebabas -poquísimas y facilísimas de quitar, que gusto, oiga-, al final parecía que tuviera medio brazo rosa, y el resto amarillo. Así me convencí de que, finalmente, habría que lijar.

Después de tirarme un rato deshaciéndome de las rebabas, lo puse a remojo en una jofaina con fairy durante un ratejo. Y después frota que te frota con un estropajo y más fairy. Al secarlo, parecía que el color se había igualado bastante con el lijado, pero aun así estuve lijando un rato.

También me di cuenta de que el cuello es demasiado gordo, así que me tocará lijarlo para que no parezca que la cabeza de Yumi descansa sobre la seta donde vive David el Gnomo.

Me parece que hoy seguiré lija que te lija, y luego intentaré montarlo, porque por lo visto el sistema de cuerdas es diferente que los de D.O.D y no tengo ni idea ni de por dónde cogerlo. A ver si me va a tocar comprar cuerdas nuevas. Qué pereza >0<

Ya colgaré fotos de Yumi terminada, pero algo me dice que va a pasar más tiempo, pues se va a llevar un pedazo de blush para igualar el tono de la cabeza con el cuerpo...

PD: Lo que me aterra es que me da la impresión de que tiene la cabeza más grande que el cuerpo. Aunque Ana, al verlo, pensó que era justo al revés. Eso me consuela. Dios, que arriesgado todo.

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