domingo, 3 de marzo de 2013

Con calma

Me resistía a hablar de ello en el blog por no gafarlo, o por no tener que dar dolorosas explicaciones después, pero me he apuntado para irme de Erasmus. A Italia. El año que viene.
El motivo por el cual finalmente lo cuento, es que he sido preseleccionada al fin, y ya sé cuál es el destino al que me envían: la Universidad de Tuscia en Viterbo (no, yo tampoco sé dónde cojones está xD).

Y aunque procuro no pensar mucho en ello, estoy llegando a unos niveles de acojone épicos. Claro que tengo ganas de irme, especialmente después de la parrafada que solté un par de posts más abajo. Pero creo que la situación me supera. No sé Italiano, ni papa. E irme yo sola a vivir a otro país... Me siento como ese niño al que sus padres lanzan a la piscina a bocajarro para que aprenda a nadar. Sólo que esta vez, me estoy lanzando yo sola.

Pero, por otro lado, también siento emoción. Es como empezar una aventura.Y volveré sabiendo italiano, que gilipollas no soy, digo yo que al final se me quedará algo. 
No dejo de hacer maletas imaginarias, pensar "esto me lo llevaría" o "¿sería necesario llevarme esto?", de imaginarme cómo será mi futura casa, o habitación. Y luego se me acelera el corazón y tengo que obligarme a respirar.
Creo que esto es más real de lo que  me imaginaba. Supongo que algo dentro de mí, esperaba que me rechazaran. Pero porque es más cómodo quedarse en la comodidad del hogar, entre los brazos de More, que salir al mundo a ver qué pasa. Por eso tengo que obligarme a mí misma a tirarme a la piscina. 


Pero... ojalá More viniera conmigo. 


PD: Es una tontería, pero me imagino jugando a rol en italiano (y todos llevando Giovannis).

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