La Noche de los Museos

Anoche, 18 de Mayo, fue la Noche de los Museos, así que mis padres y yo aprovechamos para ir a un par de museos cerca de casa. Yo quería ir a todos los que pudiésemos, pero salimos tarde, y sólo pudimos echar un vistazo a unos pocos.

Al principio fuimos al Museo de Bellas Artes de Valencia, o el Pio V. Lo tengo un poco visto, pero quería ir a verlo para que mis padres le echaran un ojo a la colección de Sorolla, y porque recientemente me he enterado de que, por lo visto, hay un fantasma, así que me propuse ir a ver si encontraba algún indicio (nada me susurró tétricamente al oído, pero sí que hubo un momento en el que se apagaron todas las luces de la sala Sorolla sin previo aviso, y los guardias parecían nerviosos).

 La cúpula de la entrada, que me encanta. Si sustituyes las luces por simples estrellas pintadas, es como un fresco gótico.

 Dos pinturas de Sorolla que me han hecho gracia, básicamente porque las protagonistas son "falleras".

 Un retablo gigantesco, sin retablo. Otra cosa no, pero los colores tan planos y vivos de este periodo me encantan.

Después fuimos en coche al Muvim, aunque tampoco pudimos ver mucho, ya que estaban a punto de cerrar.

Nada más entrar me llamó la atención esto, que básicamente son escaleras gigantes con luces de neón. No sé muy bien cómo calificarlo, pero es... no sé, me gustó visualmente hablando.

 Lo que no sabía es que en el subsuelo del museo quedan restos de la muralla islámica que rodeaba la Valencia de Al-Andalus. 

 Y me llamó la atención una exposición de una pintora brasileña llamada Carolina Caliente (o algo así). Eran pinturas realistas de catástrofes superpuestas, bastante impactantes, especialmente por los colores, muy vivos.

 ¡Y una sorpresa muy agradable! Después de cinco años, el parque donde nos reuníamos todos los frikis de Valencia para hacer el cafre y/o jugar a rol, por fin está remodelado y funcional. Me hizo mucha ilusión verlo tan bonito, aunque echaré de menos el aspecto cochambroso de sus inicios.

 A parte de un paseo entre columnas y un jardín, han abierto esta especie de museo al aire libre, con trozos de columnas inclasificadas.

 Y finalmente, mientras íbamos a la Zumería a por un rico batido y una rica crêpe, nos encontramos con que en la Nau había una exposición de fotografía de las diferentes manifestaciones que ha habido a lo largo de estos años. Debía de haber habido una conferencia, o la visualización de algo, porque había mucha gente, y sillas y un escenario con una pantalla.

Como he dicho, estuvo bastante bien, y me hubiese gustado salir antes para ir a otros museos a los que no había ido nunca antes, como el de Prehistoria o el de l'Iber.