La matanza de Texas

Como prometí, aquí está mi crónica de la Copa Menstrual, para ver si la recomiendo o me cago en todo por los 30 eurazos que me gasté en ella.

Día 1 - Sorpresón.

Como ya no tomo la píldora (te añoro, pildorita ;_;), llevo un poco descontrolado el tema de cuándo me tenía que venir la regla. Yo me la hacía dentro de dos semanas, con eso lo digo todo. Total, que me ha venido hoy de golpe y casi me he ilusionado ¡por fin voy a probar la copa menstrual! Cosa mala: las cocinas no van, y aunque recomiendan hervirla antes de ponértela la primera vez en el ciclo, no creo que contemplaran recomendarlo a una chica que vive en condiciones precarias. 

Total, que he ido corriendo al baño, la he enjuagado con el agua, y he ido a ponérmela.
Ni-de-coña. Eso no entra ahí. Y mira que lo he intentado. Pero no, no entra. Frustrada y enfadada por tener que usar una compresa, he decidido esperar al momento de la ducha, a ver si bajo el agua y más relajada, me resulta más fácil. Además, aquello parece la puta Matanza de Texas. Sangre por todas partes.

Mientras desayuno he estado mirando tutoriales por internet y consejos, así que a la hora de la ducha me he puesto manos a la obra. En lugar de ponérmelo espatarrada, como cuando me pongo un tampón, he decidido ponérmelo en cuclillas sobre el plato de la ducha, y doblando la misma copa de una forma diferente, que recomiendan para las principiantes. Mientras lo meto, me doy cuenta de que no tengo ni puta idea de cómo se mete, ni hacia dónde, ni hasta qué altura, pero aquello va entrando. Me pongo en pie. Pues no noto nada. Pero me da la impresión (no física, ojo) de que tengo un objeto gigante y extraño en el organismo. Mientras me lavo el pelo reflexiono sobre la posibilidad de que aquello no pueda salir nunca más, y generaciones de arqueólogos en el futuro encuentren mis restos con la copita menstrual de los cojones alojada en el hueso pélvico.

De momento, y como digo, es comodísimo. Vaya, no me estoy enterando de que está ahí, cosa que con los tampones no me pasa (se me mueven, y como soy brutica como yo sola, me hago un daño tremendo al ponérmelos). En fin, ya se verá.

Más tarde: Me he echado una siesta con la copa puesta, y he manchado un poco bastante. He buscado, y sí se puede dormir con la copa puesta, y que si se mancha mucho es que está mal colocada. Así que nada, ahora toca exploración.
Vale, Indiana Jones volviendo de las cuevas sangrantes. Definitivamente, este producto es para mujeres que no tienen miedo de explorarse e iniciarse en el fisting, porque vamos...
Total, para mí que no estaba mal puesta, pero no lo sé. Me la he vuelto a poner, decidida a no dejar este experimento a medias. Ya os contaré.

Día 2 - Yipi kai yei, motherfuckers.
Soy una puta crack con la copa menstrual. Vaya, que le he pillado tanto el tranquillo que ya puedo prescindir del protegeslip. El truco está en encontrar la manera de que, una vez dentro, no se quede plegada. En mi caso, es meter el principio, y luego dejar que se abra antes de meter el resto. Y voilà. Hoy todo el día de excursión, y no he tenido ni una fuga ni media.
Y anoche, la copa puesta toda la noche ¡y se sangra poquísimo, en realidad! Me he puesto la copa esta mañana a las ocho de la mañana, y cuando me la he quitado sobre las ocho de la tarde, no había llenado ni la mitad.
Y sin gastarme un duro en compresas, sin estar pendiente de que hay que cambiarlas, y, desde luego, sin la molestia de que se te vaya bajando el tampón, o la compresa pique. Vamos, que si no llega a ser por los dolores de siempre, ni me enteraría que estoy con la regla.
Igual no la recomiendo como la panacea, pero desde luego es una opción valídisima a tener en cuenta. Y ya que la tengo, no pienso usar otra cosa.
De momento aún me cuesta un poco el tema de meterla, pero, joder, es el segundo día que la uso. Digo yo que para la siguiente regla ya le habré cogido el tranquillo. Cuando una empieza con los tampones, también cuesta pillarles el punto. Mañana daré mi veredicto final y publicaré el post.

Día 3 - No problems
Nada, definitivamente ya le tengo pillado el punto. Recomendada 100% a mujeres que, al menos al empezar, no les importe explorarse.

-Cómoda (no notas que esté dentro para nada, se puede cambiar cada mucho más tiempo, muy portátil y discreta...).
-Si está bien colocada tiene las mismas pérdidas de un tampón.
-Se amortiza. Durante todas tus reglas en un plazo de 5 a 10 años.
-Es buena para el medio ambiente.
-Fácil extracción. A mí me molesta mucho menos sacarla de lo que me molestaban los tampones medio secos (argh, esa sensación...)
-Discrección. No vas con el hilito colgando o si te rascas la castaña no resuena en toda la habitación a plástico quemado xD

En fin, que la recomiendo. Pero eso sí, el primer día: paciencia, paciencia infinita.

Ah, sí, inconveniente. Si eres muy sensible al tema sangre y tal, no la recomiendo. Al principio sí que te resulta raro ver toda tu sangre ahí acumulada, por no hablar de los coágulos y todo eso.
Pero si como yo, te la suda... Beh.