"El desamor no duele en el corazón. Es como una serpiente que te muerde en las tripas; un dolor agudo que te quita el aliento y persiste por mucho que intentes arrancarla. Es una agonía ponzoñosa que impregna cada centímetro de tu cuerpo. No duele en el corazón, pero parasita y destroza todo lo demás.
Y el mordisco de una serpiente duele. Duele de cojones."
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