Crónica de un cosplay de última hora

II Parte

Bueno, bueno, bueno, cinco en punto y Nep se dirigía a paso rápido hacia el centro. Dios, en la vida he visto un viento más huracanado; de vez en cuando me daba un golpe mortal que pensaba que se me escaparían las lentillas de los ojos de un momento a otro. Bueno, de mis ojos al final no salió nada, pero entrar... creo que ha entrado toda la grava y mierda que hay en Valencia oeste (al otro lado del río).

Una vez en el centro y habiéndole racaneado los cinco euros que Rayban nos debía para el regalo de Malki, pusimos marcha hacia la tienda de extensiones a comprar los dichosos ganchitos. En la plaza de Toros, tras echar un vistazo rápido, encontramos los anillos perfectos. No iguales entre ellos, pero de plata y perfectos. Me encanta mi anillo, ahí, en mi anular izquierdo, es tan... ains, me emociono y todo. Pero nada, anillos en dedo (y habiendo localizado unos zapatitos-llavero perfectamente ponibles a Andrew, tomo nota) pusimos rumbo de nuevo a la tienda de extensiones. Por lo visto, en la finca había habido un incendio y por poco un segurata no nos deja pasar al bajo. Que malrri...
Quince ganchitos en el bolsillo más tarde, nos cruzamos con una tienda de chinos y se me ocurrió pasar a preguntar por el turbante y el pendiente. Pendiente no había (ni en esa, ni en ninguna otra tienda del centro) pero el turbante ¡sí! El turbante perfecto, cuánto amor por dios.

Turbante en mochila y pies un poco más adoloridos, entramos en Tejidos Marina ¡por fin! Donde una señora muy cachonda que se reía de todos los juegos de palabras y bromas que hacíamos entre Bestia y yo (más Bestia que yo) mientras gambábamos torpemente detrás de ella en busca de las telas perfectas y nos aconsejaba sobre el largo de las mismas, de las que ninguno acertábamos una. Tela azul, gomaespuma, tela negra... y allá, al fondo, había una preciosa tela verde musgo de terciopelo que me gritaba "¡Llévame a casa y transfórmame en un hermoso vestido de elfa!" y yo, con todo el dolor de mi alma, me tuve que despedir de ella con lágrimas en los ojos y las siguentes palabras en la boca "¡Coso fatal, al final acabarías siendo un montón de retales inservibles, es lo mejor para ti!"

Y después de media hora dando vueltas por Tejidos Marina "la calidad más fina" (eslogan by una servidora, debería dedicarme a esto) y toqueteando telas de tartan para una futura falda punk Loli, nos encaminamos a sacar más pasta del cajero y a comprar todos los accesorios restantes en una mercería, donde a la pobre chica la mareamos más, que si trae aquello, que si tenéis esto o lo otro, que si lo tenéis de un color o de otro, de un tamaño u otro... Pero se quejará, que le hemos hecho el Agosto prácticamente.

Los botones, los cordeles para unos colgantes, las hebillas y algo más que no recuerdo ya eran nuestros, y lo único que nos faltaba era el dichoso pendiente y una camiseta amarilla para llevar debajo de mi jersey (que pica >0<). En Benetton encontramos en seguida la camiseta deseada y después de entrar en cada tienda de accesorios que vimos y no encontrar ningún pendiente de nuestras características y de intentar convencer a Bestia de que sería más rápido, fácil y sencillo que se agujereara la oreja directamente, (argumentaciones en vano, porque su cuerpo es sagrado y no lo va a agujerear) pusimos rumbo al hogar dulce hogar. Olvidé mencionar que la madre de Bestia había encontrado la camisa perfecta en nosedonde y la había comprado. En estos momentos, y aunque es poco usual, amo a mi suegra.

Ahora acabo de terminar de coser los clips a las extensiones, y quedan perfectas, por dios, qué alegría. Mañana habrá que ponerse a currar como dos negros para poder terminar a tiempo, pero ¿y lo bien que nos lo pasaremos, aun sin la siesta sagrada de los viernes viendo SLQH?

Por cierto... yo tenía examen de latín mañana... maldición. Bueno, da igual, he practicado un poquito...




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¿En el pretérito perfecto simple de Facio-Feci-Factum se ponía fecim o fecissem?




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Mierda