lunes, 16 de agosto de 2010

Megamaraton

El miércoles hicimos una supermaraton de El Señor de los Anillos versión extendida en mi casa, aprovechando que mi padre y mi madre se habían ido a pasar unos días a Peñíscola.

Por la tarde fuimos a recoger a Lobo a Puerto de Sagunto, que era el portador de las pelis, y como nos retrasamos un poco entre pitos y flautas, Tybalt se quedó un rato esperando en la puerta de mi casa, pobret.
Al rato, cuando ya lo teníamos todo preparado y habíamos devorado un par de bolsas de papas con apetito... pues eso, voraz, por fin Isi hizo acto de presencia, y no contento con habernos hecho esperar para comenzar la película, decidió salir al balcón a fumar un cigarrillo. Y no contento con hacernos esperar de nuevo, cuando había terminado de liarlo se le cayó a la calle y tuvo que liarse otro.

Hasta las pelotas de la espera, decidimos comenzar la peli mientras él se deleitaba con el humo en el balcón, y ¡cómo me gustan, narices! De las pelis en sí no voy a hablar porque todos las hemos visto, y aunque hay momentos muy epic ("¡Aún queda un enano vivo en morrria!") lo mejor es verlos uno mismo.

Cuando acabó la primera -en la que no paramos de gritar, hastiados de la mariconería de los elfos (¡nosotros queríamos leches!)- nos dispusimos a cenar, y comparando mi pobre cena (unas salchichas) con la pinta que tenían los kebabs que estaban degustando Lobo, Tybalt e Isi, no pude resistirme y compré uno. Bueno, más bien More se resignó y fue a comprarme uno. Dios, qué bueno.

Después de cenar comenzamos la segunda peli, y de nuevo nos cansamos un poco de la tontería de los elfos, y de Arwen y su madre. No sabemos por qué nassos tiene que aparecer tanto Arwen en una adaptación de una novela donde no aparece casi nada. Pero en fin, proporcionaba cierto respiro a la trama. Y qué narices, Liv Tylor es monísima. Además que pudimos brindar ciertos comentarios sobre homosexualidad, especialmente en la batalla del abismo de Helm.

Al terminarla, hicimos un breve receso para reponer energías e integridad mental, además de hablar un poco al margen de las pelis. Pero la peli empezó de nuevo, y ya en el segundo DVD tuve que cerrar los ojitos para "descansar la vista" mientras escuchaba el argumento.
Pero nada, la carne es débil y Morfeo me tuvo en su seno toda la película desde que Frodo y Sam se disfrazan de miniorcos durante su estancia en Mordor hasta que Frodo despierta en Rivendel, y exclama ridículamente "¿¡Gandalf!?".

A partir de ahí, la película se hace más larga que un día sin pan, y la verdad es que incluso a los mayores fans se les hizo pesado esperar a que acabara. Pero bueno, está chanchi, y deja un genial sabor de boca. Vamos, yo tengo ganas de verlas otra vez, son tan épicas y geniales.

Al terminarlas, cuando el alba despuntaba en el este, recogí un poco el comedor y cada uno nos repartimos por nuestras respectivas habitaciones: Lobo e Isi ocuparon la cama-nido que hay en mi actual habitación (el vórtice de entropía) y Tybalt se instaló en el caótico maligno, es decir, mi anterior cuarto. More y yo dormimos en la cama de mis padres.

Antes de caer de nuevo rendidos sobre el colchón, Lobo e Isi comenzaron a reirse de forma escandalosa, y More y yo nos imaginamos que se estarían metiendo mano imaginándose que el otro era Eowyn o alguna moza similar. Pero no, al acercarnos nos dimos cuenta que se reían porque el ventilador hacía, según ellos, un "ruido obsceno", y ahí los dejamos, encanados.

A la mañana siguiente More y yo preparamos el desayuno para los mozuelos y este les llevó a sus respectivos hogares, mientras Tybalt seguía durmiendo la mona. Al despertar, desayunó y me hizo compañía mientras veíamos documentales. Y al darse cuenta que era cerca de la una del mediodía, hizo mutis por el foro y yo aproveché para recoger la escabechina de la noche anterior.

Fue bastante divertido, y la semana que viene repetiremos con una maratón de las pelis de El Padrino, ya que hacía varias semanas hicimos una de las pelis nuevas de Star Wars -que, por cierto, son un puto pestiño-.

Ale, la semana que viene, más crónicas de maratones.

EDIT1: Por cierto, hemos descubierto que la hobbit pequeñita con carita adorable también es una niña resguardada del abismo de Helm y una niña triste que despide a los caballeros en Minas Tirith. Eso, o tiene muchas hermanas gemelas repartidas por la Tierra Media.

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