jueves, 27 de junio de 2013

Carpinterías y a lo loco. Día 1

Hace tiempo que necesito comprar una estantería para mi habitación, porque los libros se me van acumulando por las esquinas. Mi padre, que evita gastar dinero tontamente, encontró un mueble viejo en la basura y lo trajo, por si me podía servir.

El mueble es feo de cojones, y no servía como estantería porque era demasiado pequeño y estrecho, además de que no pegaba con el resto de muebles de la habitación. Sin embargo, decidí quedármelo, porque estaba segura de que algo se podría hacer con él. 

Y ayer por la mañana, hasta las narices de repasar el examen que tenía en unas horas, mi cerebro se puso en acción (ya se sabe lo creativos que nos ponemos cuando tenemos que hacer algo obligado, que de repente hacemos todo lo que nunca nos apetece) y se me ocurrió lo que podría hacer con él: Un armario para guardar las BJD y todo lo concerniente a ellas.

¡Es perfecto! Tiene la altura y el tamaño ideal, y así podré despejar el cajón que tengo para ese fin (y aprovecharlo para guardar la ropa de invierno, por ejemplo) y juntar todo lo que tengo desperdigado por cajas en la otra habitación. 

Ya hice la disposición de lo que quiero, y aunque me faltan casi todos los materiales (por no decir todos), me puse manos a la obra:

Este es el armarito en cuestión. Tiene algunas alcayatas de metal y una balda. Está muy muy roñoso, pero es aprovechable.


 Lo que quiero hacer es, principalmente, poner unos pocos cajones en la parte inferior. Sobre estos, irían los kekos de pie, y sobre los kekos, quiero poner una balda con un espacio para colgar su ropa (por fortuna o por desgracia, no tengo mucha, así que cabría toda entera colgada). Encima de todo, como el mueble es muy profundo y no quiero poner cajones largos para cosas pequeñitas (como ojos y cosas así), me gustaría poner una especie de cajoncito con secciones, como los que venden para ordenar cubiertos o sobres de té, y que la tapa se abriera hacia arriba.
También tiene un cerrojo, y como evidentemente no tengo la llave, había pensado desmontarlo y cambiarlo por un tirador bonito.

En fin, lo único que podía hacer y tenía más al alcance, era quitar esa tapa de plástico horrorosa. Lo hice haciendo palanca con unos alicates. En la foto no se aprecia, pero de hacer fuerza se me ha levantado un poco la chapa que recubre la madera, pero no me importa, porque pensaba cambiar esta parte por una lámina un poco más fina (y sin agujeros).

Y después despejé el interior, quité todas las alcayatas (y las guardé, porque van a ser útiles) y también quité la única balda que le queda.

Y así se ha quedado de momento. Lo siguiente será desmontar la puerta para limpiar el mueble a fondo, y ponerme con los cajones. Pero esa será otra historia.

¡Me hace mucha ilusión ponerme con un proyecto así! Siempre veo sitios estupendos donde la gente tiene a sus muñecos, y ahora me encanta poder tener yo los míos en un mueble que he personalizado yo misma. 

A ver qué tal me sale =3

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...