1 - A las dramaqueens que genera. Por lo visto hay muchas chicas que se contagian demasiado del estilo "corte de Versalles" y luego pasa lo que pasa. Qué cansinez.
2 - La inaccesibilidad para la ropa. O sabes comprar en páginas en japonés, o en subastas, o compras de segunda mano. Todo esto arriesgándote a que la ropa no te quede bien, o te timen. Tsk tsk.
3 -El precio. Aunque en el reto anterior me hacía eco de que no me importaba pagar más por un vestido, mientras este fuera de buena calidad y proveniente de un comercio justo, hay cosas que se van de madre. La verdad, no soy modista, pero me parece excesivo pagar 30€ por unos calcetines, por ejemplo.
4 - Que me asome la enagua indebida y constantemente.
Ejemplo gráfico
5 - Que la enagua anteriormente citada se me enrede entre las piernas mientras camino. No es nada glamouroso despatarrarte en mitad de una avenida para sacarte un montón de tela almidonada de las ingles.
6 - Los Loli-Valentines. Aunque es por envidia cochina, en realidad me encantan.
7 - Los estereotipos acerca de las Lolitas. Conforme nos vamos abriendo paso por la red y dejamos atrás el estereotipo de Lolitacomplex, de golpe y porrazo me encuentro con que nos hemos labrado -de alguna forma- fama de elitistas, pijas y resabidas. Vaya por dios. Yo no he sido, lo juro.
8 - Que se hayan puesto de moda las faldas cortas con los calcetines altos. No, no, me niego. O sea, me encantan los calcetines altos. Y las faldas cortas, por qué no. Pero con esa forma de cupcake horrorosa que tienen algunos pettis, encima enseñando cacha y los calcetines... me repele completamente esa visión. Puaf.
Vale, en esta chica precisamente me resulta mono, quizá porque el vuelo de la falda no es muy exagerado. Pero en la mayoría de casos, puaf.
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