jueves, 14 de enero de 2016

Always

Pocos días después de la muerte de David Bowie, uno de los iconos de mi adolescencia, nos deja Alan Rickman, uno de mis actores favoritos. Hoy sí que no puedo contener las lágrimas. 
A pesar de que todo el mundo le añora y admira por su papel como Snape, en una de mis sagas preferidas (Harry Potter), creo que el papel por el que más le recordaré, y especialmente la escena que siempre hará que se me encojan las entrañas será esta:

Como el Coronel Brandon, en Sentido en Sensibilidad. Con su magnífica expresividad podemos ver el instante preciso en el que surge el amor. Eso es actuar. 

Te echaremos de menos, profesor. Ahora presenciar el ataque de Nagini será más doloroso que nunca. 

Y para Bowie, cuya pérdida también provoca una inmensa tristeza en todos nosotros, el mejor homenaje que he tenido la suerte de encontrar en Internet:

Uno de mis sueños era conocerlos a ambos, decirles lo mucho que los admiraba y lo que me entusiasmaba su trabajo.  Hoy tengo el corazón un poquito más roto. 

6 comentarios:

  1. Siempre que se va uno de nuestros artistas favoritos se va con ellos un pedacito de nosotros porque, aunque nunca los hayamos conocido en persona pero ya forman parte de nuestra vida. Si son músicos los escuhamos a diario y si son actores los vemos muy a menudo por nuestras pantallas. En cierto modo son como de la familia.
    Es muy triste :(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son personas que parece que siempre están ahí... hasta que no están. Es impersonal y a la vez íntimo, muy extraño. Cada vez que vuelva a ver una peli de Rickman o a escuchar una canción de Bowie... les voy a echar de menos. Sin conocerlos. En fin.

      Eliminar
  2. Joder, pues yo de lo de Rickman ni me había enterado!!! No veo la televisión y en la emisora del curro, los cuarenta criminales, no lo iban a decir... Me la juego a que éste pedazo de actor es de los que salen en una reseña pequeñita perdida por periódicos y revistas :(
    Menuda semana de mierda, no es por nada.
    Jo, a mí también me encantaba... Era carismático de cojones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La voz de Dios, lo llaman mis amigos (con perdón de Morgan Freeman).
      Yo me he enterado por el boca a boca y por facebook, pero me ha dejado deshecha.
      Snif, snif.

      Eliminar
  3. Admirar a alguien siempre me ha resultado una relación curiosa porque le das tu cariño a alguien a quien nunca has conocido en persona (salvo rara vez, pero por lo general no) y aunque no los conoces, han formado parte de tu vida. Han sido ese personaje con el que te fugarías, han cantado esa canción con la que te has sentido identificado...
    Parece una tontería sentir pena por alguien que "no conoces" pero a veces esos actores, músicos, dibujantes o lo que sean tienen un trocito de nosotros que se llevan al marcharse ;__;

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes mucha razón. Cuando el otro día se me saltaban las lágrimas por Alan Rickman me sentía un poco ridícula, porque al fin y al cabo, ese hombre no "era nada" mío. Pero claro, ha estado siempre ahí. No sé, es tan extraño todo.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...